Pastelitos de guayaba y queso

Pastelitos de guayaba y queso
Receta de Pastelitos de guayaba y queso

Los pastelitos de guayaba y queso son un clásico irresistible que forma parte del día a día tanto en Cuba como en Puerto Rico, siempre presentes en panaderías, desayunos y meriendas. Su combinación de hojaldre crujiente, guayaba dulce y cremoso queso crema crea un bocado adictivo que huele a hogar y tradición. Muchas personas crecieron disfrutándolos en las esquinas de Miami o en las visitas semanales a la panadería del barrio, donde el aroma a café y pasteles recién hechos anunciaba que el día comenzaba con algo especial. Su sabor es tan reconocible que cada mordisco despierta nostalgia y familiaridad en quien los prueba.

Hoy siguen siendo un ícono del desayuno cubano, pero también una receta casera perfecta para preparar en casa en menos de una hora gracias al hojaldre comprado. Fáciles, rápidos y siempre deliciosos, estos pastelitos combinan lo mejor de la tradición caribeña con la comodidad de una receta moderna. Ideales para acompañar con café, para congelar y hornear después, o simplemente para disfrutar como un dulce capricho cualquier día de la semana.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 20 minutos
  • Tiempo de cocinado: 20 minutos
  • Tiempo total: 40 minutos
  • Raciones: 18 pastelitos
  • Categoría: Postres
  • Tipo de cocina: Cocina cubana y puertorriqueña
  • Calorías por ración: 265 kcal

Ingredientes

  • 1 paquete de hojaldre congelado (2 hojas), descongelado pero frío
  • 8 oz queso crema, a temperatura ambiente
  • 1/3 taza azúcar en polvo
  • 2 cucharaditas extracto de vainilla
  • 1/4 cucharadita sal
  • 6–8 oz pasta de guayaba
  • 1 huevo
  • 1 cucharada harina
  • 1 cucharada agua (para sellar si es necesario)
  • 2 cucharadas azúcar turbinado o cruda (opcional)
  • Azúcar en polvo (opcional para decorar)

Como hacer Pastelitos de guayaba y queso

  1. Precalentar el horno y preparar la bandeja: Comienza precalentando el horno a 400°F (200°C) y forra una bandeja con papel pergamino. Mantén el hojaldre frío mientras preparas el resto, ya que un hojaldre demasiado caliente no sube bien en el horno; si notas que las láminas se han ablandado, colócalas 10 minutos en el refrigerador. Esta preparación inicial también permite que los pastelitos se mantengan bien inflados y dorados de manera uniforme.
  2. Preparar el relleno de queso crema: En un bowl mezcla el queso crema con el azúcar en polvo, la vainilla y la sal, batiendo durante aproximadamente un minuto hasta lograr una crema suave y homogénea. Esta mezcla debe quedar ligera para que se distribuya fácilmente sin romper el hojaldre. Una vez lista, pásala a una manga pastelera o una bolsa plástica cortada, lo que ayudará a aplicar el relleno de forma más pareja y evitar excesos que puedan salirse durante el horneado.
  3. Cortar la pasta de guayaba y preparar su textura: Toma el bloque de guayaba y córtalo en láminas de aproximadamente 1/4 de pulgada. Si notas que la guayaba está muy dura o el cuchillo se pega demasiado, engrasa ligeramente la hoja o caliéntala brevemente en el microondas para ablandarla un poco, ya que una textura más suave facilita el armado y evita que se rompa el hojaldre al acomodarla. También puedes ajustar el grosor según tu gusto, sabiendo que una mayor cantidad hará pastelitos más jugosos.
  4. Estirar y cortar el hojaldre: Espolvorea la encimera con harina y coloca la primera hoja de hojaldre sobre ella. Estírala suavemente con un rodillo hasta dejarla de un grosor cercano a 1/8 de pulgada, cuidando no dejarla demasiado fina para evitar que se rompa con el relleno. Corta la hoja en 9 cuadrados iguales formando un patrón de 3×3 y repite el mismo proceso con la segunda hoja. Si en algún momento notas que la masa se calienta, refrigérala unos minutos para mantener el hojaldrado perfecto en el horno.
  5. Armar los pastelitos con el relleno: Coloca 9 de los cuadrados de hojaldre en la bandeja preparada y distribuye una capa de la mezcla de queso crema en el centro de cada uno, dejando alrededor un borde de media pulgada sin rellenar. Sobre el queso, coloca una o dos láminas de guayaba según tu preferencia de dulzor. Luego humedece ligeramente los bordes con agua o con un poco del huevo batido para asegurar que sellen bien. Toma los 9 cuadrados restantes de hojaldre y colócalos encima, presionando suavemente los bordes con los dedos o un tenedor. Si lo deseas, recorta un poco los bordes para mejorar la presentación y hacer un sello más firme, lo cual ayuda a evitar que el relleno se escape durante el horneado.
  6. Sellar, marcar y barnizar la superficie: Con los pastelitos ya armados, marca uno o dos cortes pequeños en la parte superior de cada uno para permitir la salida del vapor y evitar que se abran de forma irregular. Bate el huevo y úsalo para pincelar la superficie de los pastelitos, creando una capa que permitirá obtener un dorado brillante y uniforme. Si quieres darles un acabado estilo panadería tradicional cubana, espolvorea un poco de azúcar turbinado o cruda por encima antes de hornear, lo que añade textura y un toque caramelizado.
  7. Hornear hasta dorar y dejar reposar: Hornea los pastelitos durante 15 a 20 minutos, observando que se inflen y tomen un color dorado profundo. Cada horno puede variar, por lo que es recomendable vigilarlos en los últimos minutos para evitar que se quemen. Al sacarlos, déjalos reposar entre 5 y 10 minutos, ya que la guayaba sale extremadamente caliente y podría quemar al morder. Una vez tibios, puedes espolvorear azúcar en polvo si te gusta el acabado dulce final o dejarlos tal cual para un resultado más clásico.
  8. Servir y almacenar adecuadamente: Sirve los pastelitos tibios para obtener la mejor textura, aunque también se disfrutan a temperatura ambiente. Si deseas guardarlos, colócalos en un recipiente hermético y mantenlos a temperatura ambiente hasta por 5 días; después, puedes calentarlos unos segundos en el microondas para revivir su suavidad, cuidando siempre que la guayaba vuelve a calentarse muy rápido.