Sándwich Barros Luco

Sándwich Barros Luco tradicional chileno
Receta de Sándwich Barros Luco

El Sándwich Barros Luco es un clásico de la comida chilena, reconocido por su sencillez y contundencia. Este popular bocadillo combina jugosos filetes de carne a la plancha, conocidos como churrasco, con abundante queso fundido, todo servido dentro de un pan tierno y caliente, generalmente marraqueta. Su preparación rápida y su sabor intenso lo han convertido en una opción infaltable en fuentes de soda, restaurantes y hogares de Chile, donde se disfruta siempre recién hecho y bien caliente.

El origen del Barros Luco se remonta a comienzos del siglo XX y está profundamente ligado a la historia del país. Su nombre homenajea al presidente chileno Ramón Barros Luco, habitual cliente de la tradicional Confitería Torres en Santiago, quien solía pedir esta combinación de carne y queso preparada especialmente para él. Con el tiempo, el sándwich se popularizó en todo el territorio chileno y cruzó fronteras, manteniéndose fiel a su esencia: pocos ingredientes, técnica simple y un equilibrio perfecto de sabores que lo transformaron en un ícono gastronómico.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 10 minutos
  • Tiempo de cocinado: 10 minutos
  • Tiempo total: 20 minutos
  • Raciones: 2 sándwiches
  • Categoría: Sándwiches
  • Tipo de cocina: Cocina chilena
  • Calorías por ración: 620 kcal

Ingredientes

  • 2 marraquetas completas o pan de hamburguesa
  • 400 g de carne de vacuno
  • 6 láminas de queso mantecoso, chanco o Havarti
  • 2 cucharadas de mantequilla
  • Sal fina a gusto
  • Pimienta negra (opcional)

Como hacer Sándwich Barros Luco

  1. Preparar la carne: Retirá la carne del refrigerador unos minutos antes de cocinar para que pierda el frío intenso. Luego cortala en láminas muy delgadas, tipo milanesa, procurando que todas tengan un grosor parejo para que se cocinen de manera uniforme. Secalas bien con papel absorbente y salalas por ambos lados justo antes de llevarlas a la plancha; este paso es clave para lograr un buen dorado sin que la carne se cueza en su propio jugo. La pimienta es opcional y no estrictamente tradicional, por lo que puede omitirse si se busca el sabor más clásico.
  2. Calentar la plancha o sartén: Colocá una sartén amplia o una plancha de fierro a fuego medio y dejá que tome temperatura de forma gradual. Agregá la mantequilla y dejala fundir sin que llegue a quemarse, ya que el Barros Luco se cocina rápido y una plancha demasiado caliente arruina la carne. Usar mantequilla aporta el sabor tradicional chileno, aunque puede mezclarse con un poco de aceite si se desea evitar que se queme.
  3. Cocinar la carne: Disponé las láminas de carne sobre la plancha en una sola capa, sin encimarlas, y cocinalas entre uno y dos minutos por lado. Buscá que se doren bien, suelten jugo y queden tiernas, evitando sobrecocinarlas para que no se endurezcan. A medida que estén listas, podés moverlas a un costado de la plancha para mantenerlas calientes y conservar los jugos que luego se aprovecharán en el pan, un detalle fundamental en el Barros Luco tradicional.
  4. Fundir el queso sobre la carne: Colocá inmediatamente las láminas de queso sobre la carne caliente y bajá el fuego. Dejá que el queso se derrita lentamente con el calor residual de la plancha, logrando una textura bien fundente que se adhiera a la carne. No es necesario tapar ni mover demasiado; el objetivo es que el queso se funda sin perder cremosidad ni secarse.
  5. Calentar y saborear el pan: Abrí las marraquetas y apoyalas con la miga hacia abajo sobre la plancha, idealmente en la zona donde quedó el jugo de la carne. Dejá que el pan se caliente y absorba esos sabores durante unos segundos, sin llegar a tostarse en exceso. Este paso es esencial y marca la diferencia del Barros Luco bien hecho, ya que el pan debe quedar tibio, fragante y ligeramente impregnado del jugo de la carne.
  6. Armar y servir el sándwich: Montá el sándwich de inmediato colocando la carne con el queso fundido entre las mitades de la marraqueta caliente. Presioná suavemente para que todo se integre y serví enseguida, ya que este sándwich se disfruta recién hecho, con el queso aún fundente y el pan tibio. El Barros Luco no lleva salsas ni agregados; su encanto está en la simpleza, la rapidez y el equilibrio perfecto entre carne, queso y pan, y puede servirse acompañado de unas papas fritas.