Sopa negra de Costa Rica
La sopa negra costarricense es uno de los platos más representativos de la gastronomía de Costa Rica, un país donde el arroz y los frijoles forman parte de la alimentación diaria en casi todos los hogares. Esta sopa reconfortante y nutritiva se elabora a base de frijoles negros, aromatizados con ajo, cebolla y culantro, dando como resultado un caldo oscuro, espeso y lleno de sabor. Es una receta sencilla pero profunda, muy apreciada por su capacidad de saciar y reconfortar, ideal tanto como plato principal como en porciones pequeñas dentro de una comida más amplia.
La historia de la sopa negra se remonta a los trabajadores de las plantaciones de café, quienes aprovechaban ingredientes accesibles para crear un alimento completo y energético. Con el tiempo, esta preparación se convirtió en un símbolo de la cocina costarricense, presente en casas, sodas y mercados locales. Tradicionalmente se sirve con arroz blanco, tortillas de maíz y huevo duro, convirtiéndose en un plato emblemático asociado a la identidad, la tradición y la longevidad del país.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 12 horas
- Tiempo de cocinado: 2 horas
- Tiempo total: 14 horas
- Raciones: 6
- Categoría: Sopas y caldos
- Tipo de cocina: Costarricense
- Calorías por ración: 420 kcal
Ingredientes
Para la sopa
- 1 libra (450 g) de frijoles negros secos
- 10–12 tazas de agua
- 2 cucharadas de aceite vegetal o aceite de achiote
- 1 cebolla mediana
- ½ chile dulce rojo o verde
- 4 dientes de ajo
- 1 rama grande de culantro coyote
- ½ taza de culantro castilla
- 4–6 tazas del caldo de cocción de los frijoles
- Sal al gusto
- Pimienta negra al gusto
Para servir
- 6 huevos
- Arroz blanco cocido
- 1 aguacate
- Tortillas de maíz
Como hacer Sopa Negra Costarricense
- Cocción tradicional de los frijoles: Lava bien los frijoles y déjalos en remojo en abundante agua durante toda la noche, ya que este paso ayuda a una cocción más uniforme y mejora la textura final. Al día siguiente, escúrrelos, colócalos en una olla grande y cúbrelos con agua limpia. Cocina a fuego medio hasta que estén muy suaves y se puedan aplastar fácilmente con los dedos; este proceso puede tardar entre una hora y media y dos horas y media, según el frijol. Reserva todo el caldo de cocción, ya que es la base del sabor de la sopa negra tradicional.
- Base aromática o sofrito: Coloca una olla amplia a fuego medio y añade el aceite. Pela la cebolla y pícala finamente antes de incorporarla; cocina hasta que esté transparente. Retira las semillas del chile dulce, córtalo en trozos pequeños y agrégalo a la olla, dejando que se ablande sin dorarse. Machaca los ajos y añádelos al final del sofrito, removiendo brevemente para evitar que se quemen y amarguen.
- Incorporación del culantro coyote: Lava bien la rama de culantro coyote y pícalo finamente, incluyendo los tallos más tiernos, donde se concentra su aroma característico. Incorpóralo al sofrito y cocina apenas unos segundos, solo lo suficiente para que libere su fragancia sin perder su sabor fresco. Este paso define el perfil aromático auténtico de la sopa negra costarricense.
- Licuado de los frijoles: Coloca en la licuadora aproximadamente tres o cuatro tazas de frijoles ya cocidos junto con parte del sofrito y suficiente caldo de frijol para facilitar el proceso. Licúa hasta obtener una crema espesa y homogénea; la textura ideal es aterciopelada, nunca aguada. Si se prefiere una versión más rústica, los frijoles pueden majase manualmente, aunque la presentación será menos fina.
- Cocción final y ajuste de sabor: Vierte la mezcla licuada en la olla donde quedó el resto del sofrito y añade más caldo de frijol poco a poco hasta alcanzar la consistencia deseada. Sazona con sal y pimienta negra al gusto y cocina a fuego medio-bajo durante quince a veinte minutos, removiendo ocasionalmente para evitar que se pegue. Al final, lava y pica finamente el culantro castilla e incorpóralo justo antes de apagar el fuego para conservar su aroma fresco.
- Preparación de los acompañamientos: Coloca los huevos en una olla con agua fría, llévalos a ebullición y cuécelos durante quince minutos para que queden completamente duros. Déjalos enfriar, pélalos y resérvalos. Parte el aguacate justo antes de servir para mantener su color y textura.
- Servicio tradicional: Sirve la sopa negra bien caliente en platos hondos y añade medio o un huevo duro por porción. Acompaña con arroz blanco recién hecho, rebanadas de aguacate y tortillas de maíz calientes. Esta sopa se disfruta a cualquier hora del día y, como muchas recetas tradicionales, su sabor se intensifica después de reposar.