Tartaletas cubanas
Las tartaletas cubanas son uno de esos dulces que despiertan recuerdos desde el primer momento, porque no hay nada como imaginar la textura crujiente de su masa y el aroma cálido que sale del horno. Este postre típico de Cuba combina tradición, sencillez y un sabor que enamora al instante, especialmente cuando se rellena con un brillante dulce de guayaba o con un cremoso coco rallado al estilo más clásico. Son bocados irresistibles que siempre sorprenden por lo fácil que resultan de preparar y por lo bien que quedan incluso a quienes las hacen por primera vez.
Si buscas una receta confiable, rápida y perfecta para compartir, estas tartaletas se convertirán en tu nuevo favorito. Siguiendo algunos trucos simples, lograrás una textura equilibrada entre crujiente y suave, con un interior dulce que conquista inmediatamente. Son ideales para acompañar el café, cerrar una comida especial o simplemente disfrutar un antojo casero. Prepárate para descubrir por qué este postre tradicional cubano es uno de los más queridos dentro y fuera de la isla.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo de cocinado: 30 minutos
- Tiempo total: 1 hora
- Raciones: 12 tartaletas
- Categoría: Postre
- Tipo de cocina: Cubana
- Calorías por ración: 290 kcal
Ingredientes
Para la masa
- 300 g de harina
- 100 g de azúcar
- 200 g de manteca pastelera o margarina
- 1 huevo
- 1 pizca de sal
Para el relleno (elegir uno o combinar)
- Mermelada de guayaba
- 1 coco grande
- 450 g de azúcar
- 2 tazas de agua
- 1 ramita de canela
- Un chorrito de jugo de limón
Para el merengue suizo
- 150 g de claras
- 300 g de azúcar
- 2 gotas de limón
Para el merengue italiano
- 2 claras
- 1 taza de azúcar
- ½ taza de agua
- 1 cucharadita de vainilla
Como hacer Tartaletas cubanas
- Formar la masa: En este paso prepararás la masa base de las tartaletas. Comienza mezclando en un bowl la harina, el azúcar y la pizca de sal. Agrega la manteca a temperatura ambiente y trabaja la mezcla con las yemas de los dedos hasta que se vuelva arenosa y sin trozos grandes de grasa. Después incorpora el huevo y continúa mezclando hasta obtener una masa uniforme, compacta y ligeramente firme. Una vez formada, envuélvela en papel de horno o plástico y llévala al refrigerador durante una hora, ya que este reposo ayuda a que sea más fácil de estirar y evita que se encoja al hornear.
- Preparar y hornear las bases: Retira la masa del refrigerador y colócala sobre una superficie ligeramente enharinada. Estírala con un rodillo hasta obtener un grosor cercano a un centímetro. Corta discos de masa del tamaño adecuado para tus moldes, generalmente unos ocho centímetros. Unta los moldes con manteca o margarina, espolvorea un poco de harina y ajusta dentro cada disco de masa presionando suavemente con los dedos para que cubra el fondo y suba bien por los lados. Pincha la base con un tenedor, cúbrela con papel de horno y añade legumbres para hornear a ciegas, lo cual evita que la masa se infle. Lleva los moldes a un horno precalentado a 180°C y hornea de diez a veinte minutos, hasta que notes los bordes dorados y firmes.
- Preparar el dulce de coco (opcional): Si decides rellenar las tartaletas con coco, comienza retirando la pulpa del coco y rallándola finamente. Colócala en una olla junto con el azúcar, el agua, la canela y un chorrito de limón. Cocina a fuego medio removiendo ocasionalmente para evitar que se adhiera al fondo. Con el paso del tiempo verás que la mezcla espesa y adquiere un color más intenso; en ese momento ya estará lista. Déjala enfriar completamente antes de usar, ya que el dulzor y la consistencia se definen mejor al enfriarse.
- Rellenar las tartaletas: Cuando las bases estén listas y frías, retíralas de sus moldes. Luego añade el relleno que prefieras. Si utilizas mermelada de guayaba, simplemente coloca una cucharada abundante en el centro de cada tartaleta, ya que este es el sabor característico de la versión tradicional cubana. Si optas por el dulce de coco, distribúyelo de manera uniforme dentro del hueco de cada base. También puedes combinar ambas opciones o emplear otras como natilla o dulce de leche, ya que las tartaletas cubanas admiten distintos rellenos según las costumbres familiares.
- Preparar el merengue (elige una versión): Para el merengue suizo, coloca un recipiente resistente al calor sobre una olla con agua caliente sin que llegue a hervir. Agrega las claras, el azúcar y las gotas de limón, y remueve durante unos diez minutos hasta que el azúcar se disuelva por completo. En ese punto retira el bowl del calor y bate la mezcla a velocidad máxima hasta que enfríe y forme picos brillantes y firmes. Si prefieres el merengue italiano, hierve el agua con el azúcar hasta alcanzar el punto de bola suave, mientras bates las claras a punto de nieve. Luego vierte el almíbar caliente en forma de hilo fino sobre las claras sin dejar de batir y agrega la vainilla. Continúa batiendo hasta que el merengue enfríe y quede espeso y estable.
- Decorar y finalizar: Con el merengue ya firme, colócalo dentro de una manga pastelera y adorna los bordes de cada tartaleta o cubre el relleno completamente si deseas un acabado clásico más vistoso. Si prefieres un toque de color tradicional, puedes añadir una o dos gotas de colorante para obtener el característico tono rosado presente en muchas tartaletas cubanas artesanales. Deja que todo enfríe antes de servir para que la masa mantenga su firmeza y el merengue conserve su textura aireada. Si deseas un acabado más estable, puedes dar un breve golpe de horno fuerte o usar un soplete de cocina, teniendo cuidado de no derretir el merengue.