Tortilla de rescoldo

Tortilla de rescoldo chilena
Receta de tortilla de rescoldo

La tortilla de rescoldo es un pan rústico de profundo origen campesino que forma parte esencial de la tradición chilena. Elaborada con harina, sal, agua y grasa, esta preparación sin levadura se caracteriza por su método ancestral de cocción directa entre cenizas y brasas calientes, lo que le otorga un sabor ahumado inconfundible. Antiguamente, las familias aprovechaban el fuego del mediodía para dejarla cocer lentamente, obteniendo un pan simple, contundente y lleno de identidad cultural.

Hoy, la tortilla de rescoldo sigue presente en zonas rurales, ferias y fiestas costumbristas, aunque también puede adaptarse en casa usando horno o incluso sarten, sin perder su esencia. Existen versiones regionales que incorporan chicharrones u otros ingredientes locales, pero la receta clásica sigue siendo la más valorada. Servida caliente, acompañada de mantequilla, quesos o pebre, esta tortilla conecta pasado y presente, llevando a la mesa un pedazo vivo de la cocina tradicional de Chile.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 20 minutos
  • Tiempo de cocinado: 40 minutos
  • Tiempo total: 60 minutos
  • Raciones: 6
  • Categoría: Pan tradicional
  • Tipo de cocina: Chilena
  • Calorías por ración: 420 kcal

Ingredientes

  • 1 kilo de harina de trigo
  • 250 g de manteca o grasa de pella
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de bicarbonato (opcional)
  • 2 tazas (480–500 cc) de agua tibia

Como hacer tortilla de rescoldo

  1. Mezclar los ingredientes base: Coloca la harina sobre una mesa amplia o en una fuente grande y mézclala con la sal y el bicarbonato, si decides usarlo. Forma un volcán al centro y vierte la manteca previamente derretida y aún caliente. Comienza a integrar con los dedos desde el centro hacia afuera, incorporando poco a poco el agua tibia hasta que la harina absorba el líquido de manera uniforme. La cantidad de agua puede variar levemente según la humedad de la harina, por lo que es importante agregarla gradualmente para evitar una masa demasiado blanda.
  2. Amasar y reposar la masa: Una vez integrados los ingredientes, amasa durante 8 a 10 minutos hasta obtener una masa lisa, blanda y flexible, que no se pegue a las manos. Este amasado es clave para lograr una tortilla bien cocida por dentro y resistente al rescoldo. Cubre la masa con un paño limpio y déjala reposar alrededor de 10 minutos, lo que permitirá que el gluten se relaje y facilite el formado posterior.
  3. Formar las tortillas: Divide la masa en porciones iguales según el tamaño deseado y trabaja cada una formando un bollo. Aplasta cada bollo con las manos hasta obtener discos de entre 2 y 3 centímetros de espesor, procurando que queden parejos para una cocción uniforme. No es necesario pinchar ni estirar demasiado; la textura rústica es parte del carácter tradicional de esta tortilla campesina.
  4. Preparar el rescoldo: Enciende un fuego de leña y deja que se consuma hasta obtener brasas bien formadas y cenizas calientes. Corre el fuego hacia un costado y acondiciona el lugar donde se hará la cocción, dejando una base de ceniza caliente y pareja. El calor debe ser intenso pero sin llamas activas, ya que un exceso de fuego quemaría la superficie antes de cocer el interior. Las mejores leñas son espino, quillay o eucalipto, ya que aportan buen calor y un aroma agradable.
  5. Cocer la tortilla en las cenizas: Coloca las tortillas directamente sobre la ceniza caliente y cúbrelas completamente con más ceniza. Encima, añade algunas brasas suaves para generar calor superior y crear un efecto de horno natural. Cocina entre 25 y 40 minutos, dependiendo del grosor de las tortillas y de la intensidad del rescoldo. Durante la cocción es importante vigilar ocasionalmente, ya que este método tradicional depende mucho del fuego y la experiencia.
  6. Retirar, limpiar y comprobar cocción: Cuando la tortilla esté firme y al golpearla suavemente suene hueca, retírala con cuidado del rescoldo. Límpiala bien con un paño seco o un cepillo suave para eliminar las cenizas adheridas. Si alguna parte quedó demasiado tostada, raspa suavemente los bordes con un cuchillo o rallador fino. La tortilla debe quedar seca pero no dura, con una corteza dorada y un interior bien cocido.
  7. Servir y acompañar: Corta la tortilla aún caliente en trozos y sírvela de inmediato. Tradicionalmente se acompaña con mantequilla, queso, mermelada, palta o embutidos, y es ideal para compartir con mate, té o café. Aunque puede adaptarse al horno doméstico, cocinándola alrededor de 45 minutos a 180 °C, el sabor ahumado y rústico que aporta el rescoldo es parte esencial de esta preparación ancestral.