Tortas de Alcázar

Tortas de Alcázar
Receta de tortas de Alcázar

En esta receta preparamos tortas de Alcázar, unos bizcochos planos típicos de Alcázar de San Juan, en Castilla-La Mancha. Estos dulces tradicionales fueron creados originalmente en un convento por las monjas clarisas de la localidad, y destacan por su textura ligera y sabor delicado. Son ideales para disfrutar en el desayuno o la merienda, acompañados de una taza de café o chocolate. Además, estas tortas son muy apreciadas por quienes buscan comprar un postre auténtico de la región, con la calidad y sabor que solo la tradición puede ofrecer, manteniendo un precio accesible para todos los amantes de la repostería manchega.

Este postre manchego es también una excelente base para elaborar otros dulces típicos, como la bizcochada manchega, permitiendo experimentar con creaciones caseras llenas de sabor. Prepararlas en casa garantiza ingredientes frescos y un resultado más saludable que muchas opciones comerciales. Gracias a su sencilla elaboración y textura esponjosa, las tortas de Alcázar se han convertido en un referente de la repostería manchega, siendo una opción perfecta para quienes buscan disfrutar de un postre tradicional, conservar la cultura local y disfrutar de un momento dulce sin complicaciones, ya sea para comprar en tiendas especializadas o prepararlas en casa, manteniendo un precio razonable y un sabor auténtico.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 20 minutos
  • Tiempo de cocinado: 10 minutos
  • Tiempo total: 30 minutos
  • Raciones: 8 tortas aprox.
  • Categoría: Repostería
  • Tipo de cocina: Manchega
  • Calorías por ración (kcal): 160 kcal

Ingredientes

  • 60 g de maicena
  • 60 g de harina de trigo
  • 4 huevos
  • 100 g de azúcar
  • Ralladura de medio limón (opcional)
  • Una pizca de sal
  • Azúcar glas para espolvorear

Como hacer tortas de Alcázar

  1. Separar claras y yemas: Cascamos los huevos y separamos las claras de las yemas, colocándolas en recipientes diferentes. Esto permitirá preparar la masa con la textura ligera característica de las tortas.
  2. Montar las claras a punto de nieve: Añadimos una pizca de sal a las claras y las batimos con varillas hasta obtener un punto de nieve firme. Este paso es fundamental para que las tortas queden esponjosas y aireadas.
  3. Batir las yemas con el azúcar: En el recipiente con las yemas, agregamos el azúcar y batimos hasta que la mezcla doble su volumen. Incorporamos la ralladura de limón (si se desea) y mezclamos uniformemente para dar aroma y sabor.
  4. Incorporar harina y maicena tamizadas: Tamizamos la harina y la maicena con un colador e incorporamos la mezcla poco a poco a las yemas batidas. Mezclamos suavemente hasta obtener una masa homogénea y sin grumos.
  5. Mezclar claras y yemas con movimientos envolventes: Añadimos gradualmente las claras montadas a la mezcla de yemas, utilizando una espátula y realizando movimientos envolventes para mantener el aire en la masa. La mezcla debe quedar uniforme y ligera.
  6. Preparar la bandeja de horneado: Cortamos papel de hornear en cuadrados de aproximadamente 15 cm y los colocamos en una bandeja de horno. Untamos ligeramente con aceite de oliva o mantequilla derretida para evitar que las tortas se peguen.
  7. Colocar la masa y espolvorear azúcar: Ponemos dos cucharadas de masa en el centro de cada cuadrado de papel. Espolvoreamos una ligera capa de azúcar glas sobre la superficie para conseguir un acabado dulce y crujiente.
  8. Hornear las tortas: Precalentamos el horno a 200 °C. Introducimos la bandeja y horneamos entre 8 y 10 minutos, hasta que los bordes estén dorados. Es importante no sobrecocerlas para mantener la textura ligera.
  9. Enfriar las tortas: Sacamos las tortas del horno y, aún sobre el papel de hornear, las colocamos en una rejilla para que se enfríen completamente.
  10. Alternativa de glaseado: Si prefieres, puedes hornear las tortas sin espolvorear azúcar glas. Una vez frías, prepara un glaseado con azúcar y agua y cubre la superficie para un acabado brillante y dulce.