Buñuelos colombianos

Buñuelos colombianos caseros
Receta de Buñuelos colombianos

Los buñuelos colombianos son una delicia tradicional que combina una masa suave y esponjosa con el sabor inconfundible del queso fresco, perfecta para disfrutar en cualquier momento del año o acompañar la natilla colombiana durante la temporada navideña. Preparados con Maizena y almidón de yuca, estos buñuelos tienen una textura ligera y aireada que se logra gracias a la mezcla precisa de leche, huevos y queso, lo que permite que la masa mantenga su forma y no se abra durante la fritura. Su sabor no es demasiado dulce ni salado, lo que los convierte en un snack irresistible para el desayuno, la merienda o incluso como postre.

El secreto para unos buñuelos colombianos perfectos está en la temperatura para freír, que debe ser constante y media, de modo que se doren uniformemente y queden crujientes por fuera y suaves por dentro. Siguiendo esta receta paso a paso, podrás lograr una masa homogénea y deliciosa, que te permitirá recrear en casa una de las tradiciones más queridas de Colombia, acompañada siempre de queso fundido y natilla fresca.

Información de la receta

  • Tiempo de preparación: 20 minutos
  • Tiempo de cocinado: 15 minutos
  • Tiempo total: 35 minutos
  • Raciones: 20 buñuelos
  • Categoría: Postre/Desayuno
  • Tipo de cocina: Colombiana
  • Calorías por ración: 180 kcal

Ingredientes

  • 200 g de queso costeño rallado (o feta si no consigues)
  • 150 g de queso fresco campesino (tipo panela o mozzarella seco, bien escurrido)
  • 200 g de fécula de maíz (maicena)
  • 60 g de almidón de yuca (tapioca, yucarina o mandioca)
  • 2 huevos
  • 2 a 3 cucharadas de azúcar (opcional, según tu gusto)
  • ½ cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de polvo de hornear
  • 2 a 3 cucharadas de leche (solo si la masa queda seca, añadir poco a poco)
  • Aceite vegetal suficiente para freír (aprox. 700 ml en una olla mediana y honda)

Como hacer buñuelos colombianos

  1. Procesar los quesos: Coloca el queso costeño y el queso fresco en un procesador de alimentos hasta que queden finos, casi como una pasta; si no tienes procesador, desmenúzalos y rállalos muy fino para que se integren mejor en la masa y esta quede suave y homogénea.
  2. Mezclar la masa: En un bol grande, mezcla los quesos procesados con la fécula de maíz, el almidón de yuca, el polvo de hornear, el azúcar y la sal, e incorpora los huevos. Amasa con las manos hasta obtener una masa compacta y suave, agregando leche de a cucharadita si la masa está muy seca y ajustando con un poco más de fécula si queda demasiado blanda, hasta que no se quiebre ni se pegue.
  3. Formar las bolitas: Toma porciones de 30–40 g (del tamaño de una nuez grande o pelota de ping pong) y forma bolitas lisas y compactas, sin grietas, para que no se abran al freír; recuerda que los buñuelos pequeños se cocinan mejor por dentro y quedan más esponjosos.
  4. Calentar el aceite: En una olla honda o freidora, calienta abundante aceite a 150–160 °C (temperatura media) y prueba con una bolita pequeña: debe hundirse y luego subir lentamente flotando, lo que asegura que el aceite no esté demasiado fuerte y los buñuelos no se revienten.
  5. Freír los buñuelos: Coloca pocas bolitas a la vez para que el aceite mantenga la temperatura; al principio bajan, luego suben y giran solitas. Fríe de 10 a 12 minutos hasta que estén dorados de manera uniforme y crujientes, bajando el fuego si se doran demasiado rápido y aún no se cocinan por dentro.
  6. Escurrir y servir: Retira con espumadera, coloca sobre papel absorbente y sirve calientes, ya que recién hechos son más suaves y deliciosos, ideales para acompañar con chocolate caliente, café o avena fría.